31 de julio de 2008

Muir Woods

Ya me queda ná pal regreso así que voy a aprovechar para escribiros las últimas historias empezando por la del pasado viernes.

Me llamó Barb y me invitó a ir con ella y su sobrina a Muir Woods, yo no sabía lo que era pero con tal de salir de casa y hacer vida social me apunto a un bombardeo. Buena elección.

Primero estuvimos a las afueras de San Francisco contemplando unas preciosas vistas desde la ladera de una montaña. La última vez que estuve por allí había mucha niebla pero en ese momento el sol radiaba desde el cielo con todo su esplendor. Y como el tiempo lo permitía eché unas fotos del Golden Gate de lejos. Luego ya nos fuimos al lío.

Muir Woods, como su propio nombre indica, es un bosque. Pero no un bosque cualquiera, al menos para mí, porque nunca antes había estado en un bosque de secuoyas. Además lo tienen catalogado como reserva natural así que se encuentra en perfecto estado de conservación. Y como ayuda extra tienes que pagar 5 'bucks' por entrar, cosa que me parece una gran idea si la pasta se dedica a mantenerlo.

¿Por donde empezar? Por el silencio. Y será por la cultura pero no me hago yo a estar al aire libre y que la gente no haga ruido, es como si estuviéramos en una iglesia natural. Echo de menos el jolgorio y el alboroto, snif... Aunque la ausencia de escándalo hace la visita diferente, como más mística.

No estoy seguro de si lo sabíais pero las secuoyas son los árboles más grandes del mundo y creo que también los que más viven. Llegan a medir unos 100 metros de alto y la secuoya gigante más vetusta se estima que tiene unos 2.500 años de edad, el General Sherman. ¿Os habéis parado un momento a pensar lo que esto significa? Pues que ha vivido el nacimiento, muerte y resurrección de Cristo, auge y decadencia de imperios varios, el descubrimento e invasión de América, las dos guerras mundiales más todas las modernas y ha estado de pie durante la vida de todos los ancestros que vuestras familias puedan recordar. ¿Qué fuerte no? Aunque si pudiera hablar no creo que contara mucho, pues no se ha movido del lugar exacto de donde germinó en todo este tiempo.

Es uno de los sitios más bellos en los que he estado. A pesar del calorazo que hacía, una vez te sumerges entre los colosos vivientes la temperatura a ras de suelo se convierte en ideal. Dar una vuelta por allí es como pasear entre dinosaurios de madera. Para que os hagáis una idea del tamaño descomunal de los 'redwoods' echad un vistazo a las fotos y asombraos, pero no por la sombra que dan, que también. Allí encontré un hogar para mí dentro del tronco de uno de ellos...

Y por si os habéis quedado insatisfechos os contaré algunas cosas para que conozcais algo más sobre estos impresionantes "monumentos" (los llaman así y tienen razón). Tienen unas raíces largas y gruesas pero superficiales (podéis ver algunas en las afotos) y su manera de reproducción es curiosísima, usualmente en la base del tronco tienen unas estructuras bulbosas demoninadas 'burls' que es de donde salen los brotes que darán lugar a nuevos y, en un futuro, inmensos gigantes verdes (también en las fotos). La sensación que dá es que crecen como setas, así parece que viven en familias pues el original está en el centro rodeado de todos sus infantes, a veces ya creciditos. Además es interesante saber que los incendios naturales son comunes en la zona y forman parte del ecosistema. Es curioso ver trozos de los troncos con las negras evidencias y en algunos el fuego ha incluso cercenado el interior dejándolo hueco (mi cabaña en el bosque). Pero ahí siguen vivitos y coleando, esto ocurre cuando las cosas son naturales como la vida misma.

Además de flora también vimos algo de fauna (y como no también en las fotos con un bambi escondido). En este momento volvió a sorprenderme la cultura. Los seres humanos en apariencia apacibles y respetuosos se transforman y dejan ciegos a los pobres bichos con decenas de flashes dirigidos directamente a sus inexpertas pupilas sin ningún atisbo de conciencia.

El área era enorme para recorrerla en una mañana y además nos esperaba una rica comida en un restarurante mexicano con vistas a la bahía (!fotos!). Lo que ocurrió entre el restaurante y el helado que nos zampamos en las calles de San Francisco está confuso en mi mente y es que la siesta española es sagrada, incluso dentro de un coche.

El resto de la historia es la vuelta al hogar temporal que no tiene nada de particular para que os la relate.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente para aclarar: hay dos especies de Sequoya, la de la costa (Sequoia semperviresns,a las que pertenece Muir Woods) que son las más altas, y las de la sierra (Sequiadendron giganteum, a las que pertenece el árbol General Sherman) que son más voluminosas.

TJC

Anónimo dijo...

pero que gafaaaaas mon dieu!!!!!acuerdate de nosooootroooooos....(melodia camela)
Un abrazo y disfruta del huerto