15 de julio de 2008

Mi otro nuevo bajo...

Sí, tengo otro bajo nuevo. Qué pasa?

No es que me haya entrado la fiebre del consumismo, que también. Es que para no perder las buenas costumbres he cambiado mi antigüo bajo nuevo por un nuevo bajo nuevo. Y es que el anterior venía con un defecto. El error de fabricación en cuestión se llama 'indenosequé', y es que en el mástil tiene como un hoyo prácticamente imperceptible que hace 'buzz' al tocar algunas notas . Y yo pensando que era un manta poniendo el bajo a punto... Después de hablar con mi sensei local me fuí directo a la tienda a ver que solución me daban.

El mundo está lleno de encargados listillos, la diferencia es que aquí les tengo que pedir por favor que hablen más despacio para entender sus tretas. Todo empieza un jueves, el 'manager' de la 'bass area' quiere colarme que el bajo estaba en perfectas condiciones y para ello hace una demostración de cómo se toca un bajo evitando pisar con los dedos (se dice así) precisamente en los puntos P. Este tío piensa que los españoles somos gilipollas. O si no debo tener cara de pringao por aquí. Le pido por favor (aquí se pide todo así: perdona, por favor, me la estás intentando colar...) que haga lo mismo pero incluyendo en la sinfonía las notas que anteriormente le había indicado que no se escuchaban 'properly'. Y el tío después de hacerlo intenta aún subir las cuerdas a la máxima altura a ver si así no zumban en esos delicados sitios, y no se mucho de bajos aún pero así no hay quien toque. Menos mal que seguía sonando ídem que si no me veo liado en una discusión en inglés y eso requiere un gran esfuerzo mental jedi para mí.

El mayor problema es que se habían pasado los 30 días de garantía, pero mi defensa perfecta es que cuando me enviaron el bajo por UPS no traía factura ni garantía ni papeles 'but the bass guitar'. Así que como nadie es perfecto, ni ellos ni yo, hay que llegar a un acuerdo (buena excusa eh?). Me propone que al día siguiente llama a Fender (el fabricante) a ver si tienen otro en 'stock' (esto se llama igual que en castellano) y que va a 'call me bak' (llamarme patrás que dicen los mexicanos) el mismo día, así si no hay otro igual puedo elegir otro cualesquiera de entre los que tienen en la tienda.

El día siguiente acudí a mi experiencia surfera así que alejé de 'my mind' los pensamientos sobre este problema para concentrarme en sobrevivir al océano pacífico y a la siesta que terminó el día después (del cansancio).

Como no había tenido mi esperada llamada patrás (imaginaos como se hace eso...) y ya era sábado, cojo de nuevo el antigüo nuevo bajo y me presento en la 'store'. El 'notas' del otro día no está (el nombre le viene que ni al pelo) y el 'manager' del momento no sabe nada del tema, así que a volver a empezar. Era más majete y profesional que el del jueves pero la respuesta sigue siendo la misma, que el lunes llama a Fender. Pensé si estaban jugando conmigo al 'manager' bueno - 'manager' malo, y es que no pierdo mi sentido del humor aunque la situación sea desagradable. Haré un inciso para recordar (o dar recuerdos, como más le guste) al Toni, a quien le parecía 'hilarious' que me hiciera gracia a mí mismo, y es que si a mi no me hace gracia mi humor propio... Bueno retomamos el hilo, le explico que estoy viviendo un 'déjà vu' y que no quiero pasar el resto de mis vacaciones haciéndoles visitas cíclicas con el bajo a cuestas. Así que quedamos en que el lunes me paso y llamamos juntos, si no tienen otro igual me lo cambia por otro que me gustara pero del mismo valor o superior. No le discutí porque llevaba las de perder pero sí le dije que el otro listo no me había dicho eso precisamente. Que lo sepas.

Un punto negro es el tiempo, que no hay suficiente para que me envíen otro, y el otro es que al contrario que me dijo el menda "malo" sólo puedo cambiarlo por productos cuya suma sea igual o mayor al precio del bajo 'original'. Así que el lunes de vuelta para allá con el bajo a cuestas otra vez (ya nos habíamos hecho amigos con tanto viaje juntos y me daba penita dejarle allí tirado, pero...). Después de hablar con Fender me dice que tienen uno en San Diego, pero que va a pedir al chaval de la tienda que lo pruebe antes de nada, no vaya a ser que tenga algo fuera de lugar. Y al final resulta que tiene el mismo fallo, que es un defecto de fábrica que deben tener todos los bajos de esa tirada. A por la única opción que me queda entonces, que es coger un bajo de allí para llevarmelo bajo el brazo para casa.

Buffffffff, si antes estaba un poco agobiado con solucionar el tema antes de mi partida, imaginaos ahora. Con un presupuesto cerrado, encerrado en una sala llena de bajos, sin mucha idea de cómo probarlos bien y con mi indecisión característica (me costó más de dos semanas elegir el anterior). Me pasé el casi el resto del día mirando, probando, tocando, preguntando... Los que me molaban eran demasiado baratos, los que costaban como el mío no me convencían, y cuando por fin me decido por uno que me gusta... Zas! También zumba en algunos trastes. O es mala suerte o esta gente no es de fiar.

Bueno entre lo poquito que sé yo y lo que sabe un currante majete (éste majete de verdad) de allí intentamos ajustarlo a ver si lo afinábamos bien. Pero no habiá manera.Tensando el alma, destensándola, quintándolo... Esto requiere su tiempo así que mientras sigo mirando y veo a un tío que coge un bajo al que había hechado el ojo y se pone a probarlo, suena de puta madre. Empiezo a hablar con él y me dice que el bajo que había elegido yo le gusta mucho. Le comento lo del trasteo (cuando zumba la cuerda en un traste) y le pregunto que qué tal está el bajo que estaba probando, que me gusta bastante. Como su respuesta fué que lo había probado a conciencia y estaba de lujo, que él tenía uno igual desde hace muchos años y le había salido fetén, además el otro no lo habíamos conseguido arreglar y por otra parte el precio era exactamente el mismo que el que iba a devolver y también Fender Jazz Bass que era lo que buscaba desde un principio pensé que tantas señales no se podían ignorar.

Que me lo envuelvan para regalo que me lo llevo! La historia termina con un saldo a mi favor de algo más de 100 'bucks' que no entendí mucho pero que tampoco critiqué, pues genial, mejor todavía. Así que vuelvo de nuevo al rollete de los trastes, en los sin trastes que tenían allí no iban marcadas las línas donde hay que pisar y no soy tan imprudente.

Se me olvidaba, tiene nombre: Fender American Vintage '75 Jazz Bass. Y luce bien 'chido'. Además el forro de la funda es lo más hortera que he visto 'in my whole life'.




P.D.: Kike vete despidiéndote de los trastes del bajo que conoces, que no me voy a quedar yo con el mono de tener un bajo 'fretless'. Así lo uso de laboratorio de pruebas para "trastear" con él que aprendo algo seguro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

OMG come dicen los yanquis! (Oh my God). No sabía yo que hubieses tenido tantas peripecias con un instrumento que me parece muy exótico... yo que no entiendo de música. Si hay algún problema lo dicen y mandamos a una comisión de ex-alumnos a dar la vara a la tienda.
Love,

TJC

Anónimo dijo...

Ya sabia yo que eras un tanto redicho con el tema de la oreja, que no la de Van gohg, bueno el oido y que eres capaz de cansar a un muerto cuando te lo propones pero que lo hayas logrado en ingles es todo un logro, veo que es tu caracter como dijo el cocodrilo. Me alegra que estes contento con tu nuevo instrumento musical y que por el precio de uno disfrutes de dos.
Sigo tu novela por fasciculos que esta mu interesante y desde los madriles por poco rato pos me voy al pueblo el 24 ya sabes.
Anonimo Veneciano.
Mogollon de besos al mejor guiri del mundo americano y del mundo mundial