2 de agosto de 2008

Despedida y cierre

Esto se acabó chavales. Yo vuelvo a la madre patria y hasta que no me pegue otro viaje largo no continuaré escribiendo sobre aventurillas varias en el extranjero.

Voy a aprovechar para contaros cosas sueltas que me he podido dejar en el tintero como por ejemplo que muchos de los coches funcionan con cambio automático. Es muy cómodo conducir como si estuvieras a los mandos de un cart, sólo dos pedales, bueno tres porque el freno de mano también viene en formato freno de pié. Según me han contado es muy útil en ciudades como 'Cisco' (como llaman l@s tip@s 'cool' a San Francisco) donde hay muchas calles empinadas, estrechas y empinadas y estrechas a la vez. Imaginaos aparcar en un sitio donde si se te cae una moneda del coche y estás sentado aún dentro puedes despedirte de ella porque es humanamente imposible de perseguirla (jajaja, necesitaba soltar alguna así). Y ahora imaginaos desaparcar haciendo el juego de pedal-embrague-marchas. Pues con el cambio automático parece que es sencillísimo.

Otra cosa importante de la que no he hablado son las franquicias de 'fast food'. Las hay como setas y con innumerables nombres. Algunos de ellos familiares para vosotros y otros no tanto. Están el mítico Mc Donalds (el de Ronald Mc Donald amigo de los niños), Burguer King, Jack in the Box (hamburguesas), Wendis (la de la niña con las coletas rojas), una de hot-dogs gigantes con un nombre aleman inpronunciale e imposible de recordar cómo se deletrea
(Westzcheralgooalgoasí), In & Out (hamburguesería decente con patatas fritas naturales), Taco Bell (burritos, tacos... la peor de todas), Baja Fresh (como la anterior pero con comida algo más fresca), pizzerias varias y algunas más que seguro que no conozco. Sabéis que soy amigo de este tipo de comida rápida pero aquí sólo he ido a In & Out una vez y a Baja Fresh otra vez. El olor es intensamente penetrante y fué una de las primeras cosas que me llamó la atención cuando comencé a conocer la zona. Es un aroma especialmente fuerte e inunda los alrededores de los establecimientos a muchas decenas de metros a la redonda, hay calles que se puede decir que huelen a eso, a grasa quemada.

A cambio encontré una hamburguesería más tradicional que es donde me pegaba mis festines culinarios. Se llama Kirks y está a tiro de piedra de casa. Las patatas son malas pero las hamburguesas con casi caseras, ellos te cocinan la carne con o sin el queso y luego tú te sirves en un autoservicio que tienen aparte todo el rollo de lechuga, tomate, cebolla, jalapeños (pimientos picantes muy ricos), 'pickles' (pepinillos) y salsas varias al gusto. Además tienen unos 'milk-shakes' que deben ser comunes por aquí, es entre helado y batido, se bebe con pajita y lo puedes pedir con malta. Sabroso postre después de la carnaza.

Y otra cosa de la creo que no os he hablado es la cultura de la pajita. Puedes ver a gente en cualquier sitio con su vaso con pajita. Vienen cerrados "herméticamente" y así puedes entrar incluso en tiendas sorbiendo de tu "loquesea". Porque puedes comprar desde zumos hasta batidos de helado con proteínas pasando por café, infusiones, 'fruit-shakes' o los anteriores de leche. Me mola a mí lo de chupar de la pajita, es un sistema de alimentación cómodo. Parece ésta una sociedad dada a las comodidades. Casi puedes comer de pajita en vez de comer de cuchara.

Y ya que estamos con el tema de la comida y la bebida también puedo contaros cómo fuí a un cine en el que tienen pizzería y puedes pedirte una porción, dos, tres o la pizza entera recién calentitos para zampártelo mientras ves la peli (si te dura hasta después de los tráilers). No tengo palabras para describirlo, lo mejor del cine y de las pelis en casa todo en uno. Bueno si puedo decir algo al respecto y es que es complicado comer pizza casi sin luz si quieres enterarte de algo de la peli y que esté en inglés lo hace un poco más difícil todavía. Se necesitará práctica supongo.

También ayer me despedí de mi nuevo bajo nuevo. Lo dejé sólo en el mostrados de una oficina estatal de servicios postales. Qué penita. Espero que llegue sano y salvo a casa donde le recibiré con los brazos abiertos. Lo empaqueté con todo el cariño del mundo, protegiéndolo bien con plástico del de las bolitas de aire y un montón de perlitas de chorchopan por dentro y por fuera de su caja protectora y embalado con mucho cuidado y mucha 'tape' (cinta adhesiva de la gruesa). Para que luego lo traten a patadas. Vivimos en un mundo de contrastes.

Y hoy he revendido la funda que compré para poder llevarlo en la bici estilo mochila y... o he alucinado o el tema de la reventa aquí es muy serio. Ha sido en la misma tienda donde lo compré, donde recibía las clases y donde he comprado varias cosas, que me conocen vamos. Y me han pedido fotocopia del pasaporte, estatura, peso y la huella dactilar (no estoy de broma) para darme luego 10 míseros dólares. Si lo sé se la regalo al primer bajista que viera por la calle.

Bueno majet@s, gracias por leerme aunque esto también hubiera sido posible sin vosotros. Eso sí menos ameno y divertido ya que es a quien va destinado. Besos y nos vemos en breve.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El chiringuito de los perritos calientes se llama Wienerschinitzel, y también tiene "corn dogs", o sea perritos calientes recubiertos de un rebozado grueso de maíz, como calamares a la romana pero en perrito caliente.

TJC